Ann estacionó el auto, ambos bajaron y ella comenzó a caminar hacia el edificio a paso acelerado, como si quisiera acabar rápido con todo aquello. Robin tratando de conservar la calma, pero en el fondo la angustia lo devoraba. Sabía cuál era la prisa de Ann, quería averiguar de una vez si su bebé era el niño que tanto esperaba. Pero ¿y si era otra niña? ¿Se decepcionaría? Estas y otras preguntas aún más complicadas, dieron vueltas sin cesar en la cabeza de Robin, mientras se aproximaban a la puerta del hospital.
Lo que más lo angustiaba en aquel momento, era que el nacimiento de su hijo, además de ser una fecha especial y feliz, era también una fecha de vencimiento, el comienzo de la cuenta regresiva para resolver su situación como se lo había prometido a Juliette. A partir de ahora, en cualquier momento, debía decirle a Ann la verdad y pedirle el divorcio. Obvio, no lo haría inmediatamente, habría que esperar el momento adecuado.
Ann siguió caminando de prisa, Robin se quedó sin aliento tratando de alcanzarla.
“¿Podrías ir más despacio, Ann? Ya estamos aquí, y el hospital no se va a ir a ninguna parte”, le dijo, al ver que ella se apresuraba hacia la puerta.
“Fácil para ti decir eso, porque no sientes los dolores del parto”, contestó ella al punto.

Tenía razón. Para él era fácil, solo procrear hijos alrededor del mundo, pero ¿y ella? ¿Y Jul y Kaleigh? ¿Qué sentirían, pensaría o haría cualquiera de ellas si fueran abandonadas con sus bebés y tuvieran que seguir adelante solas de ahora en adelante?
“Tienes razón, lo siento”, respondió tras un suspiro.
“Ah, está bien”, dijo Ann, intentando sonreír. No estaba enfadada, sólo adolorida, cansada y concentrada en una idea: “Por favor, que sea un niño, tiene que ser un niño para ser sucesor de Robin”.
Sin otro comentario, entró en el hospital, dejando a Robin atrás. El se detuvo un instante, pensado… ¿Y si Ann tenía un niño? ¿Qué pasaría con la sucesión? Él seguía pensando que el Rowan debía ser su heredero, por ser el primogénito. O en todo caso Collin, por ser un niño del futuro. Pero si Ann tenía un varón, él sería el único posible sucesor para ella. Entonces ¿qué iba a hacer él?
¿Y lo del divorcio, cómo y cuando debía pedírselo, de inmediato, en unos meses? Bueno, no sabía exactamente cuándo, pero tendría que ser en cualquier momento a partir de ahora.
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