Riley acaba de llegar, Dale baja y la saluda cordialmente, ella está más que encantada de verlo otra vez. Hace bromas y deja escapar risitas coquetas mientras estrecha su mano, la cual le cuesta trabajo soltar.

Dale planeaba hablar afuera en el jardín, pero ella se ha subido las escaleras de prisa y se ha colado dentro de la casa sin pedir permiso.

Dale: (Para sus adentros) Claro, ¿por qué la niña mimada de papá pediría permiso? Simplemente se colará y se pondrá cómoda. Es sólo otra Cynthia Vanderburg si me preguntan.

Si Riley podrá ponerse cómoda o no, eso está por verse, pues Kelly ya está en alerta máxima.