El escuchar a Robin mencionar a Kaleigh y a su hijo Collin, hizo que Juliette se quedara callada de nuevo. Cierto, no lo culpaba por completo por su decisión de tener a ese bebé, pero aún tenía muchas preguntas al respecto, sólo no sabía por cuál empezar, así que decidió empezar por la más simple.
¿Por qué no me dijiste antes que habías ordenado un bebé por diseño?”, preguntó Juliette al fin, tras la larga pausa.
“No lo sé, creo que... sentí miedo”, respondió Robin.
“¿Miedo de qué, Robin?
¿Miedo de que te juzgara por haberte equivocado, como el resto de los seres humanos?"
¿O fue por orgullo, porque el perfeccionista Crane no puede permitirse un error? ¿O tal vez no querías que yo supiera quien era la madre 'voluntaria'.”
“No fue nada de eso, lo juro", contestó apabullado Robin.
"Escucha, el día que nos vimos en el cumpleaños de Rowan, ese día yo… sentí que de alguna manera, te había recuperado, o así lo creía, y... bueno, no quería perderte otra vez contándote la estupidez que había cometido con los LSR".
"Robin, por Dios. No hay forma de que puedas perderme ya, estamos unidos de por vida, Rowan nos une, para siempre."
"Lo sé, fue mi error. Debí decírtelo enseguida, pero yo sólo… me
acobardé".
"Increíble, ¿no? El Robin nuevo, ‘diferente’ y 'más humano' que dices que soy ahora, también es un cobarde...” Juliette se quedó callada una vez más, luchaba en su interior para no abrazarlo, y perdonarle no sólo ese, sino todos sus errores. Pero algo la seguía
molestando, y Robin creía saber lo que era.
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